En el contexto de los racionamientos eléctricos, las lavadoras de carros necesitan de una gran inversión para contar con su propia electricidad. Los dueños de estos negocios no pueden asumir ese gasto y prefieren soportar las pérdidas, lo cual los lleva a estar a punto de la quiebra.

Circunstancia

La crisis energética que vive el país esta generando pérdidas en todos los negocios y uno de estos son las lavadoras. En Loja existen alrededor de 30 establecimientos, entre medianos y pequeños.

Según los propietarios de estos negocios, ellos necesitan más de un 90% de la energía para funcionar. Ariana Ramos, trabajadora de una lavadora ubicada en el sector de Amable Maria, al norte de la ciudad de Loja, afirmó que los cortes les han reducido la clientela en un 60%, llevando a una caída de los ingresos en un 60% a 70%, aproximadamente.

“Lo lamentable de esta situación es que dábamos trabajo a varias personas, de algunos tuvimos que prescindir y a otros cambiar su contrato —a trabajo por comisión—, es decir, un porcentaje por vehículo ingresado a utilizar el servicio”, afirmó.

Acotó que la situación es complicada, “no podemos comprar un generador de electricidad, debido a su alto costo, ya que utilizamos comprensores, aspiradoras, bombas para dar fuerza el agua, y un aparato de estos con gran fuerza supera los USD 5 a 8 mil, recursos imposibles de financiar”.

Por su lado, Efrén Reyes refirió que antes tenían un ingreso de vehículos de más de 40 diarios, pero ahora llegan entre 10 a 15, como máximo, situación que perjudica en gran medida a estos negocios muy demandados por la ciudadanía en época normal.

“Las lavadoras pequeñas tendrían la capacidad para seguir funcionando con generadores de bajo costo, pero para un tecnicentro, donde también efectúan cambios de aceites y otros servicios, la situación es preocupante”, afirmó.

Aspira que la situación climática mejore con la finalidad de reducir los cortes de energía, ya que, si no existe un cambio, de a poco estos emprendimientos desaparecerán o quedarán los que puedan adaptarse a la realidad; sin embargo, el costo podría alterarse.

Además, “no solo nosotros estamos perjudicados y perdiendo, sino también nuestros proveedores a quienes les hemos tenido que dejar de solicitar mercadería como aceites, perfumes, shampoo, entre otros, y esperar hasta terminar los lotes anteriores; es decir, en definitiva, una cadena de perjuicios por los cortes de energía”, acotó.

 

F: CRONICAS

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