Desde finales de noviembre de 2023, cuando inició el Gobierno de Daniel Noboa, han pasado cuatro ministros de Energía y Minas, entre encargados y titulares. Es decir, un promedio de un ministro cada 88 días o casi cada tres meses. Otra cara de la crisis eléctrica es la inestabilidad y el manejo político, pero no técnico. La nueva ministra encargada, Inés Manzano, tendrá que enfrentar un escenario de inclusive horarios más largos de cortes porque se prevé poca lluvia para los próximos meses de octubre y noviembre. 

 

El pasado 9 de octubre de 2024, se confirmó la renuncia de Antonio Goncalves como ministro de Energía y Minas, solo pocas horas después de haber anunciado, a través de una corta cadena nacional, que se retomaban los cronogramas de hasta 10 horas diarias de apagones en todo el Ecuador.

A través de su cuenta de X, Goncalves aseguró que su salida se debe a «motivos personales», pero queda rondando varias dudas. Como ha analizado LA HORA, el Gobierno de Daniel Noboa ha tenido un manejo político, y no técnico de la crisis eléctrica. Además, ha desoído advertencias y recomendaciones de organismos técnicos como Operador Nacional de Electricidad (Cenace).

Esto ha provocado que, luego de aplicar una reducción de los horarios de cortes de luz, se tenga que volver a más de 10 horas diarias luego de que los niveles de los embalses de las hidroeléctricas como Mazar cayeran por debajo de los mínimos para operar sin problemas.

Asimismo, se han presentado diversos problemas con la única barcaza contratada, instalada y en operación. Esa barcaza, que es propiedad de la empresa turca Karpowership, no se pudo instalar en el espacio inicialmente planificado (Las Esclusas, Guayaquil) y ha tenido varios episodios de caída de producción de los 100 Megavatios (MW) a 12 MW.

A pesar de que el Gobierno aseguró que se aplicarían las multas establecidas en el contrato por las demoras en entrar en operación, y las caídas de producción, al final no ha sucedido nada.

Andrés Guzmán, ingeniero eléctrico, aseguró que, más allá de los argumentos de «motivos personales», la salida de Goncalves también tiene que ver con el manejo político de la crisis eléctrica, los problemas con la barcaza turca y las demoras para que la energía contrata de emergencia se pueda instalar y comenzar a producir.

Con la salida de Goncalves, se suman 4 ministros de Energía y minas desde noviembre de 2023, cuando inició el Gobierno de Noboa.

Un ministro cada tres meses en medio de tres grandes crisis de apagones

El reemplazo de Goncalves, como encargada del ministerio de Energía y Minas, es Inés Manzano, que ya ocupa la cartera de Ambiente.

En medio de la actual crisis de apagones, el Gobierno repite la misma fórmula que aplicó cuando, en medio de cortes masivos e imprevistos, se cesó a la entonces ministra de Energía y Minas, Andrea Arrobo, y se puso como encargado a Roberto Luque, que ya tenía a cargo al ministerio de Transporte y Obras Públicas.

Mientras han pasado tres grandes crisis de apagones (, noviembre y diciembre de 2023, abril de 2024 y septiembre-octubre de 2024) y eventos como el apagón masivo no programado del 29 de junio de 2024, al mismo tiempo se ha tenido, en promedio, un ministerio de Energía y Minas cada 88 días o casi cada tres meses.

¿Podrá Manzano con la herencia envenenada en el sector eléctrico ecuatoriano?

La nueva ministra encargada de Energía y Minas, Inés Manzano, hereda una situación resultado de las malas de decisiones políticas del Gobierno de Noboa. El embalse de Mazar está por debajo de su mínimo operativo y solo está operando una de sus dos turbinas.

Las otras hidroeléctricas, dentro del llamado Celec Sur, están acercándose peligrosamente a sus niveles mínimos.

Según Alejandro Jaya Montalvo, Ingeniero de Aplicaciones en Energías Renovables,  una vez que solo se utiliza una turbina de Mazar, la cota en Amaluza empieza a descender más rápido sobre los 1,6 metros cada día, Si Mazar dejara completamente de operar, Amaluza comenzaría a perder 3 metros al día.

«Con este comportamiento, se avizoran 7 días más de agonía de Mazar, llevándose a Paute y Sopladora», apuntó.

A esto se suma que todas las previsiones meteorológicas apuntan a que octubre y noviembre de 2024 no tendrán las lluvias suficientes para recuperar el nivel de los embalses. Esas lluvias se esperan para mediados de diciembre.

Con todo esto, inclusive no se descarta que se tengan que imponer horarios de apagones de más de 10 horas diarias y que la crisis se extienda por al menos dos meses más. (JS).

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