El uso de ‘cracks’ y ‘cheats’ en videojuegos puede comprometer la seguridad digital.

Los cracks, a decir de 24 horas, son programas que alteran archivos específicos de un juego o ‘software’ para eliminar restricciones, como la verificación de licencia. Por ejemplo, un ‘crack’ puede modificar el archivo ejecutable principal de un juego para que siempre devuelva un resultado positivo, y permitir así jugar sin pagar.

Por otro lado, los ‘cheats’ modifican archivos de configuración o introducen nuevos archivos en el sistema del juego para otorgar ventajas, como salud infinita o munición ilimitada, según la página Delfino.

Uno de los principales riesgos de usar ‘cracks’ y ‘cheats’ es la posibilidad de infectar un dispositivo con ‘malware’ (programas maliciosos). Estos programas pueden ser vehículos para que programas maliciosos se adueñen de un PC, comprometiendo la seguridad digital.

Los antivirus suelen detectar estos programas como maliciosos debido a su comportamiento similar al de ciertos tipos de ‘malware’, que también modifican archivos ejecutables benignos para insertar su propio código, de acuerdo con Welivesecurity.

Martina López, investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica, explica: “Entendiendo el funcionamiento de este tipo de archivos, un software de protección los detectaría como códigos maliciosos sin importar si realiza o no acciones dañinas. Tanto la modificación de archivos críticos como la inyección de código en la memoria son técnicas que pueden ser utilizadas tanto por software legítimo como por ‘malware’. Sin embargo, debido a su potencial para causar daño, estas técnicas suelen ser tratadas con sospecha por los programas ‘antimalware’”.

Además del riesgo de ‘malware’, estos programas pueden ser utilizados para robar datos sensibles. Los ‘infostealers’, un tipo de ‘malware’, se infiltran en los dispositivos a través de estos programas y roban información personal, como contraseñas y datos bancarios, de acuerdo con It.sitio.

El uso de ‘cracks’ y ‘cheats’ también puede tener consecuencias legales. Las compañías de videojuegos están en una constante batalla contra los productores de estos programas. Por ejemplo, en enero de 2023, Activision ganó una demanda contra EngineOwning, un conocido proveedor de ‘cheats’ para juegos como Call of Duty, y se les ordenó pagar una compensación millonaria por daños, según informa Delfino.

El uso de ‘cheats’ no solo afecta a la seguridad y legalidad, sino también a la experiencia de juego. Los jugadores que usan estos programas pueden ser baneados de plataformas de juego en línea, y así perder acceso a sus cuentas y progresos.

Para evitar los riesgos asociados, es recomendable optar por alternativas legales. Muchas plataformas de videojuegos ofrecen descuentos y promociones que permiten acceder a juegos de manera asequible. Además, existen programas de recompensas y suscripciones que ofrecen acceso a una amplia biblioteca de juegos por una tarifa mensual.

F: EL COMERCIO

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