Alberto Garrido fue al gimnasio para ser fuerte y no le pegaran más. Dijo que se inyectaba 4 o 5 anabólicos, más hormona de crecimiento y clembuterol.

Alberto Garrido quiso ser fisicoculturista –culturista- para darse a respetar. Deseaba “ponerse fuerte y que ya nadie se metiera con él”. Era víctima de bullying.

Por eso y para parecerse al actor Arnold Schwarzenegger, su ídolo, entró al gimnasio. Pero también le abrió las puertas de su cuerpo a la inyección de testosterona y a otras sustancias.

A sus 18 años, contó a Antena 3, cayó en ese mundo de los esteroides.

Ya llevaba dos años frecuentando el gimnasio. Los entrenamientos hicieron lo propio. “El cambio físico se había producido de manera natural”, publicó el medio español, pero Alberto quería más. “Si me ponía así de fuerte nadie ya me iba a pegar en el colegio”, señaló.

En ese afán, se inyectaba 4 o 5 anabólicos, más hormona de crecimiento y clembuterol, dijo a Antena 3.

El clembuterol, difundieron en El Diario, “se utiliza en medicamentos veterinarios, pero también se emplea como agente dopante, por algunos deportistas o para caballos”.

No veía límites. “En un ciclo, te estás metiendo 10 o 15 veces los niveles de testosterona de una persona normal”, así que te conviertes en una “especie de pequeño Superman”.

Cómo se fue enfermando Alberto Garrido

“20 años abusando de la testosterona le pasaron factura”

Alberto dijo que en esa práctica pasó dos décadas hasta que su cuerpo se vio afectado. Señaló: “Al final te conviertes en un politoxicómano” .

Inyectarse tanta testosrena lo condujeron a una falla severa en sus riñones. Declaró a Antena 3 que reflexionó: “Si sigo ciclándome me voy a morir”.

Ciclarse, señalaron en El Español, es “consumir sustancias anabolizantes para desarrollar músculo y hacerlo mucho más rápido de lo normal. Es lo que los iniciados llaman “crecer”, ya que esa ganancia de músculo viene acompañada de un aumento de peso”.

En Cuídate Plus señalan que los anabolizantes “son compuestos que aceleran el crecimiento de los tejidos. Los más conocidos son los esteroides anabolizantes, usados comúnmente por los deportistas para aumentar la masa muscular y el almacenamiento de energía”.

Los esteroides anabólicos-androgénicos (EAAs) son un grupo de fármacos derivados sintéticos de la testosterona que producen efectos anabólicos (de construcción muscular) y androgénicos (de masculinización), precisan.

¿Dañinos? El consumo de estas sustancias en grandes dosis puede provocar fallas renales, problemas cardiovasculares e impotencia en los hombres.

Los efectos son varios… hablan de “posibilidad de padecer tumores hepáticos, ictericia, retención de líquidos, hipertensión arterial, acné y hasta de infertilidad”.

“Cada 10 o 15 días muere algún culturista”, expresó Alberto en España. “Esos de los que sepamos”, se sinceró.

Hoy, Alberto Garrido desea que chavales –adolescentes- de 13 años, atraídos por el culturismo, sepan que el camino de ciclarse no es el correcto, va en total contravía a la salud.

F. El Universo

 

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