Se acabó el sueño de Aaron Rodgers y los New York Jets, en solo 75 segundos.

 

El QB inició el primer Monday Night de la temporada como la historia central, en un rol que estaba diseñado especialmente para él este 2023, tras haber comandado por 18 temporadas a los Green Bay Packers. Sin embargo, esta mañana, la confirmación de una rotura del Tendón de Aquiles ha avivado los peores miedos en Nueva York.

Rodgers había firmado con los Jets como la esperanza de una franquicia que no ha regresado a playoffs desde hace 12 años, como la racha más larga en el deporte estadounidense. La apuesta del equipo de Robert Saleh le costó la selección global N° 13 del draft del 2023, así como una selección de segunda ronda, una sexta ronda y una segunda ronda condicional del 2024. Nueva York apostó todas sus canicas en él.

 

Leonard Floyd fue el defensivo que capturó al quarterback de 39 años y que provocó la lesión del tobillo izquierdo, con 11 minutos y 15 segundos en el reloj. Una jugada planeada para terminar con un pase rápido por dentro, pero que el nacido en California decidió extender. Decisión que podría costarle el resto de su carrera, como lo hizo de a poco con David Beckham, Kobe Bryant y Fernando Gago en sus últimos años en el alto rendimiento.

Rodgers registra un amplio historial de lesiones, en los últimos dos años sufrió con fracturas de dedo de manos y pies. Tambiénen 2017 se perdió el cierre de las campaña por fractura de clavícula y en 2018 fue lastimado en la rodilla y en las costillas, dos lesiones que lo dejaron fuera por más de 8 partidos. Ahora, se suma la peor de todas.

Los Jets habían conformado un cuerpo de receptores competitivo para estar a los servicios de Rodgers. Con el mariscal también llegaron Allen Lazard, Randall Cobb y Mecole Hardman, mientras que por la vía terrestre se sumó Dalvin Cook. Ahora, todo ese talento ha quedado huérfano, con Zach Wilson como la única opción en los controles.

 

Robert Saleh había dicho a inicios de temporada que Wilson sería el QB del futuro, aunque el pick global 2 del 2021 ha estado muy lejos de esas expectativas. El ex NYU tiene un récord de 8-14 como titular y fue degradado dos veces la temporada pasada a la banca, por sus constantes errores. Superado por Mike White, que ni siquiera estaba considerado en el panorama.

 

La falta de seguridad y eficiencia de Wilson quedaron evidenciados ante los Bills, en un partido que los neoyorquinos se llevaron gracias a las 3 intercepciones de Jordan Whitehead y al regreso de patada de 65 yardas de Xavier Gipson. Pero por pases, el equipo se había quedado corto: Wilson completó 14 de 21 intentos, con una intercepción. Mientras que Aaron Rodgers falló el único pase que intentó.

Al inicio de la campaña, con Aaron en los controles, los Jets estaban pronosticados en la posición 7 para llegar al Super Bowl con probabilidades de 16-1. Ahora los escenarios han cambiado en Las Vegas, donde los apostadores han cambiado a 65-1, como las expectativas de poder luchar por un Lombardi.

“No es el camino que ninguno de nosotros quería, pero sabemos que el compromiso que tomaste con el equipo nos va a impactar para seguir adelante”, dijeron los Jets en X. A pesar de haber comenzado con victoria, ante unos Bills que son candidatos a playoffs, hoy la tristeza y la resignación reinan en las calles de Nueva York, con la pérdida del héroe que no será.

F:TELEMUNDO

 

 

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