De tanques y aviones de combate a misiles hipersónicos, de drones a ojivas termobáricas y lanzamisiles portátiles, la invasión de Rusia a Ucrania, que lleva ya más de mil días desde su inicio en febrero de 2022, ha mostrado una enorme cantidad de armas empeñadas en el conflicto más grande que ha visto Europa desde principios de siglo XX. Entre los arsenales destacan, también, los sistemas de armas enviados por Estados Unidos, más recientemente los ATACMS, y sus aliados a las fuerzas ucranianas.
Las tropas rusas cruzaron la frontera el 24 de febrero de 2022. Lo hicieron con tanques, vehículos de combate de infantería, transportes de tropas MT-LB, cañones autopropulsados y camiones, como atestiguan las fotografías y videos tomados en esos primeros días.
Rusia también ha empleado artillería y misiles para bombardear ciudades y posiciones de Ucrania. Moscú también ha empleado misiles hipersónico, primer uso registrado para este tipo de armas avanzadas y se ha reportado el uso armas termobáricas.
Rusia también ha usado en el pasado misiles balísticos Tochka-U, un modelo fabricado en tiempos soviéticos que se encuentra también en los arsenales de Ucrania y de los separatistas en Donbás.
Ucrania, independizada de la Unión Soviética en 1991, opera mucho armamento similar o igual al de Rusia, como los tanques T-80, los cazabombarderos Su-27, los vehículos de combate de infantería BMP-1 y BMP-2, entre otros.
Pero las tropas ucranianas también están armadas con sistemas occidentales. Los más famosos al comienzo de este conflicto, por su efectividad, fueron los lanzamisiles antitanque Javelin y antiaéreos Stinger, provistos por Estados Unidos, los NLAW, fabricados por Reino Unido y Suecia, y los Panzerfaust 3, de Alemania.
Ucrania también utilizó drones Bayraktar, fabricados por Turquía, y los Switchblade estadounidenses.
Al comienzo del conflicto en 2022, el desequilibrio entre ambas fuerzas armadas, aunque comparten mucho material, era notable. Basta con echar un vistazo a la cantidad de dinero que las dos naciones gastaban en defensa para darse cuenta de la brecha. Ucrania gastó US$ 4.700 millones en 2021, poco más de una décima parte de los US$ 45.800 millones de Rusia, que cuenta con armamento nuclear, según el informe “The Military Balance 2022” del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) publicado la semana pasada.
Mientras que el gobierno ruso emprendió en 2008 una campaña de modernización de sus fuerzas armadas, después de que una breve guerra con Georgia dejara al descubierto las carencias de equipamiento, el armamento de Ucrania sigue siendo en gran medida de la época soviética.
Rusia tenía en 2022 900.000 efectivos activos y dos millones en reserva, mientras que Ucrania desplegaba 196.000 regulares y 900.000 reservistas.
F: CNN
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