Las asistencias de Estados Unidos a Ucrania han sido cruciales en el contexto de la invasión a gran escala de Rusia desde su inicio hasta finales de 2023.
La guerra entre Rusia y Ucrania, que comenzó en febrero de 2022 con la invasión rusa de las regiones orientales ucranianas, ha provocado una grave crisis humanitaria, política y de seguridad en Europa. Ante esta situación, Estados Unidos ha sido uno de los principales aliados de Ucrania, ofreciéndole ayudas en diferentes esferas.
Otros aliados, incluidos la mayoría de los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE), también han proporcionado importantes paquetes de ayudas a Ucrania. Sin embargo, la asistencia estadounidense ha sido crucial para que Ucrania pueda resistir la agresión de Rusia, país con una de las mayores economías en el mundo.
El gobierno del presidente Joe Biden ha enviado en total más 76.000 millones de dólares en asistencia a Ucrania entre el 24 de febrero de 2022 y el 7 de diciembre de 2023, según el Instituto Kiel para la Economía Mundial en Alemania. Esta cifra es un estimado y no incluye todo el gasto estadounidense relacionado con la guerra, como la ayuda a los aliados y otros datos.
Gran parte de esa asistencia se ha usado para financiar las acciones militares de Ucrania, asegurar la estabilidad de su gobierno y cubrir necesidades humanitarias.
El total de las ayudas enviadas responde a compromisos militares, financieros y humanitarios que analizaremos a continuación.
En el ámbito de las ayudas militares, Estados Unidos destaca como el principal proveedor de Ucrania, hasta finalizado el 2023 aportó más de 47.000 millones de dólares. Una cifra que supera la suma de lo que han aportado Alemania, el Reino Unido, Noruega y Dinamarca, ubicados entre los principales países en cuanto a ayudas, de acuerdo con el Instituto Kiel para la Economía Mundial.
Hasta la fecha, se retiraron alrededor de 23.600 millones de dólares de los arsenales militares existentes y casi 19.000 millones de dólares en forma de contratos militares a más largo plazo, para artículos que tardarían meses en adquirirse, según información de la agencia de noticias Associated Press.
Dentro de esta ayuda se incluyen equipos como sistemas de artillería, medios de transporte blindados, helicópteros, aviones no tripulados, radares, misiles antitanque y sistemas de defensa aérea.
Varios analistas, han calificado como “prudente”, hasta cierto punto, la postura de la administración de Biden respecto a la entrega de armas a Ucrania.
Sin embargo, en un balance de casi 2 años de guerra, se observó un incremento en el nivel de sofisticación de las armas que Estados Unidos envió a Ucrania, empezando por los misiles portátiles Stinger y Javelin, diseñados para derribar aviones y tanques enemigos, respectivamente.
Continuando con los sistemas HIMARS y Patriot, que permiten lanzar cohetes y misiles desde largas distancias y defenderse de ataques aéreos. Además, el Pentágono ha suministrado más de dos millones de proyectiles de artillería de 155 milímetros, el tipo de munición más utilizado en este conflicto.
Estados Unidos autorizó en 2023 el envío de misiles ATACMS, capaces de alcanzar objetivos a más de 300 kilómetros. También dio luz verde a la entrega de tanques Abrams y aviones F-16 a Ucrania.
Washington ha destinado en casi dos años de conflicto, aproximadamente 2.700 millones de dólares en ayuda humanitaria a Ucrania, que abarca desde alimentos y medicinas hasta refugio y asistencia legal para los refugiados, según el Consejo de Relaciones Exteriores.
Asimismo, se han otorgado fondos para atender las necesidades humanitarias de los desplazados internos, así como para respaldar la estabilidad económica y el funcionamiento de las instituciones ucranianas.
En cuanto a la asistencia financiera, ha otorgado más de 26.000 millones de dólares desde enero de 2022, que incluyen fondos directos al presupuesto del gobierno ucraniano. Este apoyo contribuye a que Ucrania mantenga servicios esenciales como la educación, la salud y la seguridad pública, en medio de una economía debilitada por el conflicto.
Aunque Estados Unidos resalta como el principal proveedor de ayuda militar a Ucrania en el mundo, su asistencia total (incluye la asistencia militar, financiera y humanitaria) se ubica en segundo lugar, después de la UE, con más de 87.000 millones de dólares, según el Instituto Kiel y el Consejo Europeo. Esta cifra no incluye las contribuciones de los estados miembros individuales de la UE, que se cuentan por separado.
Sin embargo, a diferencia de algunos de los aliados más pequeños de Ucrania, las contribuciones de Washington representan el 0.3 % de su PIB. Según muestran los datos, Noruega y los Estados bálticos fronterizos con Rusia (Lituania, Estonia y Letonia) están dedicando una mayor proporción de su riqueza a la guerra, más del 1 % de su PIB.
La administración Biden se enfrenta a la presión de algunos aliados para proporcionar más armas y municiones a Ucrania, mientras el Congreso no ha aprobado la solicitud de 61.400 millones de dólares en ayuda militar que hizo el gobierno, debido a un enfrentamiento bipartidista.
Los republicanos condicionan la ayuda a Ucrania a la imposición de medidas más estrictas para los inmigrantes y solicitantes de asilo que llegan a la frontera sur de Estados Unidos.
A pesar de los meses de negociaciones sobre la propuesta bipartidista que incluye miles de millones de dólares en financiamiento para Ucrania, Israel, asistencia humanitaria y reformas para los solicitantes de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México, el proyecto de ley de seguridad fue bloqueado por el Senado de Estados Unidos el 7 de febrero de 2024.
Otra vez la ayuda a Ucrania de unos 60.000 millones quedó suspendida, ya que los republicanos bloquearon el paquete fronterizo bipartidista. El Senado está valorando una legislación que proporcionaría ayuda a Ucrania e Israel, menos cualquier disposición de inmigración fronteriza.
Los críticos de la solicitud de financiación complementaria del presidente Joe Biden, han argumentado que el dinero podría gastarse mejor en casa y que la primera prioridad de la administración debería ser asegurar la frontera con México, donde un número récord de migrantes han estado cruzando ilegalmente a Estados Unidos.
Algunos partidarios de Ucrania, sin embargo, argumentan que los riesgos de permitir que Rusia gane terreno en el campo de batalla debido a la escasez de suministros en Ucrania superan los riesgos de permitir que las reservas estadounidenses se reduzcan temporalmente.
F: Voz de america
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