Nacido en Biblián, Pacheco quedó huérfano a los nueve años de padre y a los 13 de madre, lo que lo llevó a trabajar desde joven.
Cuenca se encuentra de luto tras el fallecimiento de Salvador Pacheco Mora, un destacado empresario que dejó una huella en la ciudad con su icónica empresa, Comercial Salvador Pacheco Mora.
Pacheco falleció la noche del domingo 20 de octubre de 2024, a la edad de 103 años. Hasta antes de la pandemia, continuaba visitando su local comercial en pleno Centro Histórico en Cuenca, donde es considerado como el «inventor» del comercio.
¿Quién era Don Salvador Pacheco Mora?
Don Salvador Pacheco Mora dejó un legado de lucha. Cumplió 103 años el pasado 12 de julio, y su vida estuvo marcada por la perseverancia.
Nacido en Biblián, Cañar, Pacheco quedó huérfano a los nueve años de padre y a los 13 de madre, lo que lo llevó a trabajar desde joven.
Comenzó su carrera como guardabosque en Charasol y, tras llegar a Cuenca, se convirtió en vendedor en la compañía Malo Moscoso, donde descubrió su talento para las ventas.
Entonces nació el empresario ‘Shalvita’, como le llaman de cariño, creó su empresa el 4 de julio de 1945 con la distribución de medicinas, pero según el dinamismo y las necesidades del mercado, fue comercializando varias líneas.
Fue el pionero en vender electrodomésticos, equipos eléctricos, radios, transistores, bicicletas, muebles. Introdujo la venta de cocinas a gas en el mercado cuencano y esto le llevó a ser miembro fundador de AustroGas.
También fundó, junto a Guillermo Vázquez, Importadora Tomebamba; Hotel El Dorado. Con otros socios Fibroacero, Artepráctico.
Pacheco se desempeñó como director de la Cámara de Comercio y de varias empresas. Mientras que su negocio crecía con la oferta en cuatro segmentos de mercado: construcción, consumo masivo, hogar y tecnología.
Hogar y una familia empresarial
Además de su exitosa carrera empresarial, Pacheco formó una familia. Se casó y tuvo una hija, Monserrat, y tras enviudar, se volvió a casar con Martha Sarmiento
Monserrat es madre de Andrés y Monserrat Castro Pacheco, los nietos de Salvador, quienes a su vez le dieron seis bisnietos.
Como propietario don Salvador tenía una familia más grande: sus empleados, con quienes forjó un vínculo a largo plazo y fue el garante de que sus propias vidas profesionales y personales también crezcan.
Su famoso lema, «Quien no vive para servir, no sirve para vivir», sigue resonando entre sus empleados.
El impacto de Pacheco va más allá del ámbito empresarial. Fundó la Fundación Santa Ana, un asilo para adultos mayores en situación de vulnerabilidad.
No obstante, desde 2016 pasó a ser presidente honorario de la compañía e iba a la empresa hasta antes de la pandemia.
En la edición de julio del año 2003 Vistazo recogió un artículo sobre su trayectoria empresarial bajo el titular “Salvador Pacheco Mora, el ‘inventor’ del comercio en Cuenca”.
Su historia es un testimonio de dedicación y éxito, un modelo a seguir para futuras generaciones de emprendedores. A pesar de su partida, su influencia seguirá presente en la ciudad que ayudó a construir.
F: VISTAZO