En Líbano, “el sufrimiento de los civiles está alcanzando cotas sin precedentes”, tras casi un mes de bombardeos israelíes que han matado a más de 2.300 personas y desplazado de sus hogares a 1,2 millones de habitantes, un quinto de la población. Lo ha dicho este miércoles la coordinadora de Naciones Unidas en el país, Jeanine Hennis-Plasschaert, con un lenguaje que recuerda a los comunicados sobre la invasión israelí de Gaza y pone de relieve el deterioro de la situación en un país donde la Organización.
en la región, particularmente tras el estallido de la violencia entre Israel y Hamas a partir de octubre de 2023. La ONU ha emitido múltiples alertas sobre el deterioro de las condiciones humanitarias en el país, donde los ataques aéreos y los bombardeos han impactado gravemente a la población civil.
El conflicto que se ha intensificado en Gaza ha tenido repercusiones en Líbano, un país que ya enfrenta desafíos económicos y políticos. La organización Hezbollah, con base en Líbano, ha estado involucrada en el conflicto, llevando a un aumento de las tensiones en el sur del país. La ONU ha señalado que las hostilidades han provocado un incremento en el número de desplazados, así como daños a infraestructuras críticas, incluyendo hospitales, escuelas y servicios básicos.
La ONU ha calificado el sufrimiento de los civiles en Líbano como «sin precedentes». Las cifras son alarmantes: miles de personas han sido desplazadas y muchas han perdido sus hogares. Las condiciones de vida se han deteriorado, con acceso limitado a alimentos, agua potable y atención médica. Las organizaciones humanitarias están luchando por proporcionar asistencia en un entorno cada vez más volátil.
La violencia también ha exacerbado las tensiones sectarias en un país que ha lidiado históricamente con divisiones internas. Los enfrentamientos entre diferentes grupos, así como las repercusiones de la crisis siria y la situación de los refugiados, complican aún más el panorama.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Líbano. La ONU ha llamado a un alto el fuego inmediato y ha instado a las partes a proteger a los civiles y facilitar el acceso humanitario. Sin embargo, la implementación de estas recomendaciones ha sido difícil debido a la complejidad del conflicto y la falta de voluntad política.
El futuro de Líbano es incierto. La combinación de un contexto regional tenso, problemas económicos internos y el impacto del conflicto israelí-palestino presenta un desafío significativo para el gobierno y la sociedad libanesa. La ONU y otras organizaciones humanitarias continúan trabajando para abordar las necesidades inmediatas de la población, pero los problemas estructurales requieren soluciones más profundas y sostenibles.
El sufrimiento de los civiles en Líbano, exacerbado por el conflicto reciente, es un recordatorio de la fragilidad de la paz en la región. Las alertas de la ONU subrayan la necesidad urgente de una intervención humanitaria y un compromiso renovado por parte de la comunidad internacional para buscar una solución duradera al conflicto.
F: EL PAIS
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