La desesperación se apodera de la mujer que no comprende las razones de la desaparición del menor.
La angustia y la incertidumbre marcan cada día de Lorena Freire Paredes, madre de Jairo Daniel Yanza Freire, un joven de 16 años reportado como desaparecido en Quito desde el 29 de septiembre.
Ese día, él salió de su casa en San Miguel de Calderón, norte de Quito, a las 16:00, con su patineta, pero nunca regresó. A más de quince días de su desaparición, su madre sigue buscando respuestas y teme por el bienestar de su hijo.
Lorena recuerda con dolor la tarde en que todo cambió. “Salió a jugar con la patineta, pero no volvió. Yo estaba trabajando, lo llamé en la tarde y no contestaba. Ya no le llegaban los mensajes. A partir de ahí, comenzó mi búsqueda, primero por familiares y amistades, pero no tuvimos éxito”, relató.
Al no obtener noticias, la familia decidió acudir a las autoridades. Presentaron la denuncia de desaparición y desde entonces, con el apoyo de la Policía y asociaciones de desaparecidos, la búsqueda no ha parado.
Jairo es el menor de los cuatro hijos de Lorena. Hace trece años, ella se separó del padre de sus hijos, quien supuestamente nunca estuvo presente en la vida de los jóvenes. “El papá nunca estuvo con él, ni los visitaba, ni los veía. No sabía nada de mi hijo”, contó Lorena.
Esto complicó aún más la situación, ya que cuando la Policía contactó al padre de Jairo, él negó tener cualquier conocimiento del paradero del joven.
La inestabilidad familiar marcó los últimos meses antes de la desaparición de Jairo. Hace un año, su padre reapareció repentinamente en la vida de los jóvenes, lo que generó un desequilibrio emocional en Jairo.
“Mi hijo empezó a tener reacciones rebeldes, una por la edad, pero también por la influencia de su padre, quien nunca estuvo y de repente quiso justificar su ausencia poniendo mal a mi persona”, explicó Lorena.
Esta situación llevó a Jairo a distanciarse temporalmente de su madre, pasando dos meses con su padre. “Cuando regresó, mi hijo me dijo que no estaba bien allá, que había aprendido muchas cosas que no debía hacer”, dijo Lorena.
A partir de ese momento, Lorena intentó darle espacio para que reflexionara, pero notó que su comportamiento se volvía más desafiante.
Durante la búsqueda, la madre de familia ha recibido varios rumores, pero ninguno ha resultado ser cierto. “Hemos escuchado que lo querían meter en una banda, que lo iban a matar, pero nada ha sido verdad”, afirmó con desesperación.
Los rumores han sido descartados tanto por la familia como por las autoridades que continúan investigando el caso.
Ella también aclaró que, hasta el momento, no ha recibido ninguna llamada de extorsión ni solicitud de rescate, lo que añade una capa de misterio a la desaparición de su hijo.
Jairo es descrito por su madre como un joven sociable, pero reservado en su entorno familiar. “A veces se abre bastante y conversa con la gente, pero en la casa es más callado, tranquilo”, compartió la mujer.
Han pasado más de quince días desde que Jairo salió de su casa, y su madre sigue buscándolo sin descanso. La Fiscalía ha contactado en varias ocasiones al padre del joven, pero él sigue negando tener información sobre su paradero.
“Yo solo quiero que mi hijo regrese a casa”, apuntó Lorena con la voz quebrada por el dolor. A medida que pasan los días, la preocupación crece, pero también la esperanza de que pronto pueda reencontrarse con Jairo.
F: EL UNIVERSO