El presidente de Chile, Gabriel Boric, criticó fuertemente al ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil.
La relación entre Chile y Venezuela está pasando por un momento complejo.
En estos últimos días, el gobierno de Gabriel Boric ha endurecido su tono frente a la administración de Nicolás Maduro y decidió llamar a consultas a su embajador en Caracas, Jaime Gazmuri.
Lo anterior ocurrió después de que el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil, negara la existencia de la organización criminal Tren de Aragua.
Gazmuri ocupa el cargo de embajador recién desde mayo del año pasado, después de que Chile no tuviera representante diplomático en Venezuela por 5 años.
Pero la creciente tensión entre ambos países está provocando que algunos líderes políticos chilenos -tanto del oficialismo como de oposición- urjan reevaluar la relación bilateral de Chile con el gobierno de Maduro.
Negación del Tren de Aragua
En Chile causaron profunda molestia las declaraciones del ministro venezolano Yván Gil, quien esta semana afirmó que “el Tren de Aragua es una ficción creada por la mediática internacional para tratar de crear una etiqueta inexistente”.
Según diversas investigaciones, la organización criminal nació y operó durante años desde la cárcel de Tocorón, ubicada a unos 140 kilómetros al suroeste de Caracas, logrando expandir sus tentáculos a distintos países de la región, entre ellos, Chile, Colombia, Perú, Ecuador y Brasil.
“Hemos visto cómo ridículamente aparecen videos incluso de gente que dice ‘somos del Tren de Aragua’, con acento peruano, con acento chileno”, señaló Gil en una rueda de prensa.
Ante esto, el presidente Gabriel Boric expresó a través de su cuenta de X (Twitter) que “las afirmaciones irresponsables del canciller de Venezuela, desconociendo la existencia del Tren de Aragua, son preocupantes y constituyen un grave insulto a quienes han sido víctimas de esta organización”.
“Además, demuestran una falta de compromiso con la cooperación internacional necesaria en materia de seguridad, lo que no es justo ni tolerable”, agregó.
Este viernes por la tarde, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, pareció matizar la posición oficial de Caracas en relación con el Tren de Aragua, al reconocer la existencia de esa organización pero afirmando que había sido desmantelada.
«En Venezuela hemos desarrollado una feroz lucha contra las organizaciones criminales, y en especial contra el #GEDO conocido como “Tren de Aragua”, el cual fue completamente desmantelado a finales del año pasado: siendo detenidos decenas de sus integrantes y colaboradores y quedando varios de ellos con órdenes de aprehensión», escribió Saab en X.
Según la prensa local chilena, aunque la decisión de llamar a consultas al embajador Gazmuri se venía evaluando hace unas semanas, fueron las declaraciones de Gil las que llevaron al mandatario chileno a concretar la medida.
Boric dijo que el objetivo de esto es “recabar información detallada sobre la situación actual en el país (Venezuela) e instruirlo (al embajador Gazmuri) a tomar todas las acciones que sean necesarias tanto ante el gobierno venezolano, como también ante organismos internacionales”.
En conversación con BBC Mundo, Paulina Astroza, académica de la Universidad de Concepción y doctora en Relaciones Internacionales, explica que el llamado a consultas al embajador “en ningún caso implica romper las relaciones diplomáticas”.
Sin embargo, agrega que es una señal de la tensión que se viene acumulando entre ambos países.
Los ministros de Boric también elevaron duros cuestionamientos hacia la administración de Maduro en los últimos días.
La titular de Interior y máxima encargada de la seguridad pública en Chile, Carolina Tohá, catalogó los dichos del canciller venezolano como “un insulto a los pueblos de Latinoamérica”.
“Es bien impresionante. Venezuela se dice a sí mismo un país bolivariano, y la verdad es que Chile, Perú, Ecuador, Colombia, pueblos latinoamericanos, han sufrido fuertemente el flagelo de esta banda criminal. Personas han perdido sus familiares, han perdido la tranquilidad de sus barrios, han perdido sus negocios por eso”, indicó este martes 9 de abril.
La seguridad se ha convertido en uno de los principales desafíos para el gobierno de Boric frente a un aumento de los delitos y de la sensación de inseguridad entre los chilenos en los últimos años.
De acuerdo con las autoridades policiales de ese país, la presencia del Tren de Aragua en Chile es “notoria” y su ingreso se detectó hace unos dos años aproximadamente.
2. El caso de Ronald Ojeda
En medio de esta escalada de tensiones, hay un caso que vino a complejizar aún más la situación.
Se trata del secuestro y homicidio del exteniente Ronald Ojeda, un opositor al gobierno de Maduro que residía en Chile como refugiado político desde 2018.
Ojeda fue secuestrado en Santiago el 21 de febrero y su cadáver fue hallado 10 días después dentro de una maleta enterrada bajo el cemento.
El oficial no era una persona de alto perfil, pero cobró notoriedad luego de que el gobierno venezolano le impusiera cargos por traición a la patria en 2017.
Desde que explotó este caso, han aparecido diversas versiones -ninguna de ellas confirmada por la Justicia- sobre quién estaría detrás del crimen del exteniente.
Y este jueves (11 de abril) la Fiscalía chilena aseguró que el crimen se “organizó desde Venezuela” y que el móvil político es la «única línea investigativa que nos queda».
Es la primera vez que el ministerio público de este país se pronuncia tan fuertemente respecto de la eventual responsabilidad de Venezuela.
“Nosotros sostenemos que esto se organizó y se solicitó el secuestro y posterior homicidio del señor Ojeda desde Venezuela”, dijo el fiscal chileno Héctor Barros en una entrevista al canal Chilevisión.
Barros indicó que se le envió un “requerimiento de asistencia penal internacional a Venezuela, a efecto que nos puedan ayudar con la detención de los dos ciudadanos venezolanos que están en Venezuela.
F: BBC NEWS mundo
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