Es difícil pensar en un ataque más calculado para sembrar el miedo y la confusión.
Hezbolá depende en gran medida de beepers para las comunicaciones del grupo.
Los teléfonos móviles fueron abandonados hace mucho tiempo por ser demasiado vulnerables, como demostró el asesinato llevado a cabo por Israel de un fabricante de bombas de Hamás en 1996.
Pero los ataques del martes fueron aterradores por su alcance.
El gobierno libanés y Hezbolá atribuyeron los ataques a Israel. Mientras, funcionarios de gobiernos occidentales dijeron que fueron los israelíes los que instalaron explosivos en los dispositivos antes de que les fueran entregados a Hezbolá.
Las explosiones de este miércoles ocurrieron el mismo día que Israel movilizó hacia la frontera norte, limítrofe con Líbano, a una división de su Ejército que hasta ahora estaba operando en Gaza. El ministro israelí de Defensa dijo que la guerra estaba entrando «en una nueva fase.
Otra fuente indicó que Hezbolá compró las radios hace cinco meses, al mismo tiempo que los beepers que explotaron el martes.
Muchas de las víctimas de las nuevas explosiones han resultado heridas en el rostro y las manos.
Por razones de seguridad a la BBC no se le permitió hablar con los heridos o con sus familias, debido a que se trata mayormente de miembros de Hezbolá.
«Todos los pacientes han perdido dedos o tienen daños en los ojos», dijo a la BBC la doctora Nour El Osta, del hospital Hotel Dieu en Beirut, refiriéndose a las heridas de las víctimas de las explosiones ocurridas tanto el martes como el miércoles. «Es algo que no habíamos visto nunca antes», agregó.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar «profundamente alarmado» por estos sucesos.
El martes, Hezbolá acusó a Israel de estar detrás de las explosiones de los beepers y prometió que ese país pagaría un «precio justo» por lo ocurrido.
El gobierno de Israel, por su parte, no ha hecho comentarios directos sobre lo ocurrido en Líbano.
Desde que el grupo armado palestino Hamás lanzó contra Israel el sorpresivo y mortal ataque del pasado 7 de octubre, dando así inicio a la guerra en Gaza, la frontera de Líbano se ha convertido en una suerte de segundo frente, en el que el Ejército de Israel ha estado intercambiando fuego con Hezbolá.
La milicia libanesa ha estado enviando cohetes y drones contra Israel. Por su parte, la fuerza aérea israelí ha llevado a cabo frecuentes incursiones contra las posiciones y los miembros del grupo. Se han producido miles de ataques transfronterizos.
Hezbolá, que es una milicia chiita aliada por Irán, ha justificado sus acciones como una forma de apoyar a Hamás y en un comunicado publicado el martes reiteró su «apoyo y respaldo a la valiente resistencia palestina».
Los ataques de Hezbolá desde el año pasado obligaron a la evacuación de más de 60.000 israelíes que viven en localidades cercanas a la frontera con Líbano, pero esta semana el gabinete de seguridad israelí actualizó los objetivos de la guerra para incluir el retorno seguro a sus hogares de los residentes del norte del país.
Este miércoles, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anunció -sin referirse explícitamente a Líbano- que la guerra está entrando en una nueva etapa.
«Estamos abriendo una nueva fase en la guerra que requiere coraje, determinación y perseverancia de nuestra parte», dijo. Y agregó que «el centro de gravedad está cambiando hacia el norte».
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reiteró en un breve video que los residentes del norte de Israel (frontera con Líbano) retornarán a sus hogares de forma segura.
Este miércoles, Israel reubicó en el norte del país a la división 98 de su Ejército, que hasta ahora estaba participando en la guerra en Gaza ,
En Dahiya, un suburbio al sur de Beirut y bastión de Hezbolá, se viven escenas caóticas.
En medio de informes no confirmados de artefactos electrónicos que explotan por segundo día en todo el país, todo el mundo sospecha de la gente que usa teléfonos u otros dispositivos.
En varias ocasiones, nuestro equipo ha sido detenido por personas que nos han instado a dejar los teléfonos.
Las comunicaciones parecen estar interrumpidas, mientras que las ambulancias intentan acceder a las carreteras que habían sido bloqueadas.
Desde el martes han circulado varias teorías sobre el momento en que se produjeron estos ataques masivos contra miembros de Hezbolá.
Una de ellas es que Israel eligió este momento para enviar un mensaje devastador a la milicia libanesa apoyada por Irán, tras una escalada gradual de la violencia a lo largo de la frontera norte de Israel.
La otra es que Israel no tenía necesariamente la intención de poner en marcha su plan en este preciso momento, sino que se vio obligado por la posibilidad de que el complot estuviera a punto de ser descubierto.
Tras la segunda ronda de explosiones de este miércoles, ambas explicaciones siguen siendo posibles. Pero más que nunca, parece un esfuerzo concertado de Israel (y una vez más, no hay duda de que Israel estaba detrás de esto) de paralizar a Hezbolá, en sentido literal y figurado.
Ahora que todos los beepers y walkie talkies se consideran dispositivos potencialmente letales, la capacidad de Hezbolá para comunicarse está siendo catastróficamente dañada.
Israel puede estar esperando que, al demostrar lo comprometidas que están las comunicaciones de Hezbolá, el grupo dudará en lanzar más ataques transfronterizos o le resultará simplemente demasiado difícil. Al menos por ahora.
O Israel está preparando el terreno para su propia gran operación dentro del Líbano. Una vez más este año parece un momento extremadamente peligroso.
F: B.B.C NEWS mundo
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