La peregrinación a la ciudad de La Meca, conocida como hach, se vio empañada este año por la muerte de cientos de peregrinos de diferentes nacionalidades.

El hach, una de las convocatorias masivas más grandes del mundo, atrae a millones de personas a Arabia Saudita anualmente.

Esta obligación religiosa, un viaje único en la vida para musulmanes, finalizó este año oficialmente el miércoles 19 de junio.

Sin embargo, informaron sobre el éxito de sus planes de salud para la peregrinación de este año.

«La temporada del hach está libre de brotes o amenazas a la salud pública, a pesar del gran número de peregrinos y los desafíos que plantean las altas temperaturas», dijo en un comunicado el ministro de Salud saudita, Fahad Al Jallayel.

Las autoridades indicaron que aproximadamente 1,83 millones de peregrinos participaron en el ritual este año, de los cuales 1,6 millones llegaron del extranjero. Entre el gran número de visitantes de otros países se encontraban paquistaníes, jordanos y tunecinos.

La BBC investigó los factores que pueden haber propiciado la muerte de tantas personas en el hach de este año:

El calor abrasador en Arabia Saudita, con temperaturas que alcanzan los 51,8ºC a la sombra, es un factor importante detrás del elevado número de muertes.

A pesar de las advertencias del Ministerio de Salud saudita de evitar la exposición al calor y mantenerse hidratados, muchos peregrinos fueron víctimas de estrés por calor e insolación.

Un diplomático árabe atribuyó al calor extremo casi la totalidad de las 658 muertes de ciudadanos egipcios reportadas hasta el momento. Muchos de estos peregrinos carecían de los permisos adecuados para el hach, lo que potencialmente limitaba su acceso a apoyo y recursos de la organización.

«Sólo por la misericordia de Dios sobreviví, porque hacía un calor increíble», dijo a la BBC Aisha Idris, una peregrina nigeriana.

“Cerraron todas las puertas de la Kaaba”, afirmó en referencia al edificio de piedra ubicado en el centro de la Mezquita Sagrada, el templo más importante del Islam. “Tuvimos que usar la azotea, que era abrasadora”.

«Tenía que usar un paraguas y mojarme constantemente con agua de Zam Zam”, dijo en referencia al agua bendita que se extrae de un pozo de La Meca.

«Pensé que me iba a desmayar y alguien tuvo que ayudarme con un paraguas. No esperaba que el calor fuera tan intenso», añadió.

La muerte de una peregrina llamada Naim por un golpe de calor dejó a su familia en busca de respuestas.

«La comunicación con mi madre se cortó repentinamente. Pasamos días buscándola, sólo para enterarnos de que había fallecido durante el hach», afirmó su hijo, quien precisó que sus parientes honrarían su deseo de ser enterrada en La Meca.

Los peregrinos enfrentan riesgos debido al calor, la actividad física extenuante, los vastos espacios abiertos y el hecho de que muchos son ancianos o pueden estar enfermos.

Las muertes relacionadas por el calor durante el hach no son nuevas y se han registrado desde el siglo XV.

El año pasado, funcionarios sauditas informaron de más de 2.000 casos de estrés por calor entre los peregrinos.

Los científicos advierten que el calentamiento global empeorará las condiciones.

«El hach se lleva a cabo en un clima cálido desde hace más de un milenio, pero la crisis climática está exacerbando estas condiciones», dijo Carl-Friedrich Schleussner, científico especializado en estudios climáticos y asesor de Climate Analytics, a la agencia de noticias Reuters.

Su investigación sugiere que con un aumento de 1,5°C en la temperatura global por encima de los niveles preindustriales, el riesgo de sufrir un golpe de calor durante el hach podría aumentar cinco veces.

Las proyecciones actuales indican que el mundo podría alcanzar un calentamiento de 1,5°C para la década de 2030, lo cual agrava los desafíos para los futuros peregrinos.

F: BBC NEWS mundo

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