Entre 2022 y 2023 hubo cuatro declaratorias de alerta amarilla. Tres fueron en Chimborazo, donde está el cantón Alausí. Ahí se dio el mortal deslizamiento que ya ha dejado siete muertos.
No solo es el clima, sino la falta de medidas preventivas los factores que vuelven a causar pérdidas humanas en Ecuador. Esta vez en Alausí, un cantón de la provincia de Chimborazo, que entre 2022 y 2023 ha tenido tres declaratorias de alerta amarilla, sin que esto haya evitado la actual tragedia
El 19 de febrero de 2023 la Secretaría de Gestión de Riesgos declaró en alerta amarilla a las comunidades Aypug y Causal y a cinco barrios: La Esperanza, Control Norte, Nueva Alausí, Pircapamba y Bua de Alausí.
La alerta amarilla se estableció tras un estudio realizado por la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) en diciembre de 2022, que identificaba un área de 247 hectáreas como “susceptible a movimientos en masa, tales como deslizamientos y hundimientos, en las comunidades”.
Pese a eso, el 26 de marzo de 2023 ocurrió lo que – a decir de la comunidad– “se había avisado”, la montaña “se vino abajo como un cohete y no supimos a dónde correr”, señaló un hombre, quien buscaba a su familia entre los escombros.
Cristhian Valverde, máster en sistemas integrados de gestión y prevención de riesgos laborales, señala que los deslizamientos se producen por erosión del suelo, ya que no existen raíces de árboles que puedan mantener la estabilidad del suelo.
Una opción es construir en terrazas, pero en la Sierra ecuatoriana lo que se hace es parcelar el cerro y se construye de manera inclinada. “Así se da pie a que el cerro se deslice”. Para Valverde, la declaratoria de alerta amarilla significaba que se debía enseñar a los campesinos a usar un terreno inclinado. También a construir muros de contención y cauces que ayuden a evitar un deslizamiento de tierra.