Los inversionistas aseguran que no se pude ‘camellar’ y tienen que luchas contra las deudas y los vacunadores.

Con globos blancos, con pancartas y con el corazón quebrantado un grupo de personas realizó una marcha pacífica que avanzó hasta las inmediaciones de la Unidad de Vigilancia Comunitaria
Esto como una medida de protesta para que los tomen en cuenta, tanto la Policía como las autoridades competentes debido a que, por extorsiones les ha tocado cerrar las puertas de algunos de sus locales.

Así lo comentó Diana, dueña de un gimnasio que relató que prefirió cerrar las puertas de su negocio debido a que las extorsiones se la llevaban en ‘peso’ y el temor era latente ya que por más que ha pedido resguardo policial no se ha podido conseguir seguridad.

La propietaria del negocio dijo que no habían respondido a las amenazas que les habían hecho, pero la gota que derramó el vaso fue cuando llegaron sujetos desconocidos y dispararon contra las puertas del local.

“En base a esta situación y para protección de nuestros clientes nos vimos en la obligación de cerrar nuestro negocio”, acotó la empresaria

“Hemos expuesto nuestro caso ante las autoridades, colocamos la respectiva denuncia, pero no tenemos respuesta ni de la Policía ni de la gobernación, los negocios están malos, trabajamos día a día para poder pagar los gastos que tenemos nada más”, detalló la dueña del local quien explicó que las deudas les han quitado la tranquilidad y ahora les toca lidiar con extorsionadores.

En el lugar uno de los representantes de la Policía, Jaime Quimbita, indicó que ya se han requerido la colaboración de unidades investigativas y ahora cuentas con equipos elites como el Grupo de Intervención y Rescate.

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