Adam Sandler y Jennifer Aniston volverán a ser en detectives para Netflix en ‘Murder Mystery 2’, secuela de ‘Murder Mystery’, de 2019. ¿Y por qué retornan los Spitz? «¡Nos encantan los asesinatos!». Así bromeó Sandler en una entrevista en París, donde se desarrolla parte de la trama.
«No nos gustan los asesinatos», aclaró Aniston intentando mantener una profesional cara de póker en la capital gala, donde ambos acudieron a presentar esta película, que se estrenará en la plataforma digital el próximo viernes 31.
La dinámica real entre estas dos superestrellas estadounidenses, que ya han filmado tres películas juntos, se asemeja bastante a la del matrimonio que interpretan en la saga que comenzó con ‘Murder Mystery’ (2019, Kyle Newacheck), Nick y Audrey Spitz. «Nos gusta estar casados y nos hacemos reír», apuntó Aniston.
«Sí, nos gusta estar casados y la única forma de hacerlo es en las películas», completó Sandler.
En esta nueva entrega, dirigida por Jeremy Garelick, el policía que no sabe disparar y la peluquera devenida detective volverán a verse envueltos en un homicidio al más puro estilo Agatha Christie, en el que todas las potenciales pistas apuntan hacia ellos mismos.
Si la primera, ambientada en un lujoso barco, era una reinvención disparatada de ‘Asesinato en el Orient Express’, en ‘Murder Mystery’ se repite en parte la fórmula, con toques de Bollywood, de ‘Mission: Impossible’ y hasta algo de ‘Emily in Paris’.
Pero sobre todo, lo que diferencia a esta secuela es la cantidad de acción que contiene.
«Mucha más acción», resumió Aniston.
«¡Acción triple!», completó Sandler.
«Empezamos nuestro propio negocio», comienzó a detallar Aniston sobre la trama que lleva a los dos protagonistas a crear su propia agencia de investigadores.
«¡Eso! ¡Una película de negocios!», interrumpió Sandler, detonando una nueva mirada asesina de su compañera, que casi inmediatamente estalló en una carcajada.
Cuatro años después de haber resuelto su primer gran misterio, los Spitz han dimitido de sus puestos de trabajo y tratan de mantener a flote su propia agencia de detectives privados, sin mucho éxito.