Desde la noche de este 3 de enero del 2023, Germán Cáceres, principal sospechoso de matar a María Belén Bernal, está recluido en la cárcel La Roca, en Guayaquil.
Cáceres llegó a ese centro carcelario con un fuerte resguardo policial y vestido con chaleco antibalas y un casco. Fue recluido allí para que cumpla la orden de prisión preventiva, que un juez le dictó el 23 de septiembre, cuando fue procesado como autor del presunto delito de femicidio.
La Roca es una cárcel ubicada en la vía a Daule, al norte de Guayaquil. El Gobierno reactivó ese centro carcelario, el lunes 4 de abril de 2022, luego de permanecer cerrado por nueve años.
¿Cómo es la seguridad de este centro?
El actual Gobierno la considera la cárcel de máxima seguridad en el Ecuador. Este miércoles 4 de enero del 2022, el Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de la Libertad (SNAI) indicó que La Roca es un centro carcelario pequeño y por lo tanto “la vigilancia y el control de las personas privadas de libertad se fortalece”.
Según esta entidad, esa cárcel tiene una capacidad para 158 presos. Actualmente hay 21 detenidos, entre ellos Cáceres. La mayoría de internos son cabecillas de bandas delictivas.
Entre las características más conocidas de esta prisión está su sistema de automatización de rejas. Es decir, no existen guías encargados de abrir y cerrar las celdas. Esta tarea se realiza desde una sala de control, desde la que se activan las seguridades de cada espacio.
Los detenidos son sometidos a un régimen de aislamiento total. Cada preso tiene su propia celda. Salen al patio a tomar sol o hacer ejercicios en horarios limitados y no alternan con otras personas. Tampoco tienen derecho a conectividad de ninguna índole.
Antecedentes
Antes de reabrir esta cárcel, el Gobierno realizó adecuaciones en su infraestructura y tecnología. Pues este centro penitenciario tenía antecedentes de fugas, asesinatos y violencia.
Ese centro carcelario se mantuvo abierto poco más de tres años, entre 2010 y 2013. Solo tres meses después de su entrada en funcionamiento, en octubre de 2010, se registraron los primeros intentos de fuga y una explosión que dejó cinco heridos.
El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) recuerda que también se registraron muertes violentas dentro de esa cárcel e incluso evasiones.